Una vez escuche, que no existe la «mejor edad» para ser padre o madre, porque nunca se está preparado, y no existe un manual de bolsillo de cómo serlo.
No obstante, he descubierto que las neurociencias nos pueden dar una perspectiva muy esclarecedora en el proceso de crianza de nuestros hijos. Y un libro de Danil Siegel y Tina Payne, titulado «El Cerebro del niño» muestra 12 estrategias revolucionaras para educar y en especial favorecer el crecimiento de nuestros niños.
Este libro nos explica que generalmente los padres carecemos de información sobre el cerebro de nuestros hijos, a pesar de su importancia en prácticamente todos los aspectos de la vida infantil que como padres nos preocupan, como la disciplina, la toma de decisiones y las relaciones.
Iremos mencionando las estrategias que los autors nos dan y hoy quisiera tocar el de tema de cómo se podrían manejar los traumas infantiles.
Como padres, al ver a nuestros hijos sufrir, se nos encoje el corazón y quisieramos evitar siempre el sufrimiento. No obstante también sabemos que no podemos meterlos en una burbuja donde nunca padezcan.
Estos son algunos consejos qu los autores nos dan:
Ayudar a procesar las experiencias emocionales: Permitir y motivar a nuestros hijos a cuenten repetidamente la historia generadora del trauma, para que pudan procesar sus emociones. Esto ayuda al niño a entender lo sucedido y a enfrentarse emocionalmente a la situación traumática.
Fomentar la integración cerebral: La integración es fundamental para un desarrollo cerebral saludable. Nosotros como padres podemos ayudar a nuestros hijos a estar más integrados proporcionando experiencias que conecten las diferentes partes del cerebro, como hablar sobre experiencias, sentimientos y acciones.
Reconocer y abordar el caos y la rigidez: Los momentos de caos y rigidez indican una falta de integración en el cerebro de los niños. Los padres podemos ayudar a nustros hijos a volver a un estado de armonía y bienestar, guiándolos hacia la flexibilidad, la adaptabilidad y la estabilidad emocional.
Promover el desarrollo integral: Proporcionar oportunidades para ejercitar diferentes áreas del cerebro de los niños, como las emociones, la lógica y las habilidades sociales, contribuye a su integración y desarrollo integral.
Al comprender estos principios y consejos, los padres podemos mejorar nuestra capacidad para criar a nuestros hijos de manera más efectiva y significativa, promoviendo un desarrollo cerebral saludable y sentando las bases para una vida feliz y equilibrada.
Los autores nos ofrecen estos consejos pensando en cómo tratar niños desde 4 a los 12 años.